Pintando las trincheras.

"Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedra". José Martí

viernes, 25 de diciembre de 2009

Sección : ¿Sabés lo que encontré revolviendo el archivo?

Hace diez años nos visitó el viceministro de educación de Portugal Javier Azevedo en el marco de la discusión de la función de la escuela y su vinculación con la economía. Encontré estas declaraciones entre los papeles de un archivo que guardo sobre diferentes temas. Era el fin del menemato en nuestro país. Diez años después ¿cómo suenan estas palabras? Ahí va , textual


"La política en el mundo entero se ha teñido de economía. Todo tiene que interpretarse dentro de un marco economicista y la educación no ha escapado a ello......


Si realmente se quiere preparar para la incertidumbre del futuro , hay que ser más amplio, más creativo-.......


La secundaria sirve muchas veces como un verdadero "Parking" escolar , que está abierto como un hipermercado o un shopping con una lógica de consumo primero y luego de educación. (Joaquim, el primario también, Juan). Quizás porque lo más importante es que la gente esté hoy en un "estacionamiento" con cierta oferta distanciándose de ese momento improbable de ingreso al mercado de trabajo. Todo esto con una educación general , que recién se diversificará en los estadios superiores, a los que llegarán los menos........ Los capaces de manipular los símbolos y los nuevos códigos de la vida de hoy. Pero estos serán una minoría, porque el mundo que viene (ya llegó Joaquim, lamentablemente ya llegó) necesita una minoría de gente preparada para eso y otra gran cantidad de trabajadores flexibles, de empleo en empleo. Este es el servivio que está prestando la educación ahora: la forja de trabajadores generalistas y adaptables............


.... la escuela no puede resolver lo que la economía descuida... siempre hay que invertir más plata en educación. Siempre. Porque la calidad cuesta mucho dinero.No es que más dinero sea la condición básica elemental para tener más calidad, pero más calidad requiere, entre otras cosas, más dinero. Pero ese dinero debe estar acompañado de compromisos sociales concretos. Significa pactar que se pone más dinero para que con tal propósito, en el plazo tal, con los actores tales y cuales, se llegue a una meta de tales características. Más dinero por más dinero no es suficiente y suele terminar en gatopardismo: algo cambia para que todo siga igual . Más dinero con un programa claro, sólido, equitativo y acordado con la comunidad es siempre rentable" Extracto del reportaje realizado por Analía Roffo el 5 de diciembre de 1999 por Clarín (sí, Clarín ) al educador Joaquín Azevedo.


Comentario de Juan: Diez años han pasado. Y el vaticinio de Joaquim se ha cumplido. Las escuelas municipales albergan en unas pocas escuelas una minoría que son los "capaces de manipular los símbolos y los códigos de la vida de hoy" y en otras muchas escuelas la mayoría que serán futuros "trabajadores generalistas y adaptables" . Y yo te agrego Joaquim , descartables.


La solución está en el final del texto de Azevedo. El dinero que va a las ecuelas lo tenemos que manejar los que estamos en las escuelas para que sea "equitativo y acordado con la comunidad". ¿Que se lo van a afanar todo?


Así tenemos una posibilidad en cinco de poder orientar el dinero a las verdaderas necesidades. Del otro modo, si lo manejan desde arriba, las posibilidades son cero a cinco. Que no me manden dos televisores si ya tenemos dos y en cambio nos falta equipo de sonido. ¿Por qué la comida es diferente en los colegios de Belgrano y en los colegios de Villa Crespo? ¿Por qué son bien ventiladas las aulas de las escuelas del norte comparadas con los cuchas con techo de chapa de las escuelas del sur? Y siguen las preguntas


¿Cómo le habrá ido en Portugal a Joaquim diez años después? ¿Cómo nos va a nosotros? ¿Qué pensás?

domingo, 13 de diciembre de 2009

La vagancia, método de enseñanza

El docente "vago", maravillosa definición de un jefe de gobierno que será olvidado en los abismos de la historia, ha sido reivindicado como portador del más efectivo método de enseñanza. El docente vaga y deja que sus alumnos vaguen en los insondables caminos del pensamiento. Dejar vagar es no atar, no quedarse quieto mucho en un lugar, no conformarse con la verdad revelada, preguntarse que hay más allá, detrás de aquella colina, arriba de aquella nube. El "vago" es el que puede pararse a mirar, el que no se deja contagiar por el vértigo de no ir a ningún lado pero hacerlo rápido, es el que lleva poco equipaje, el que todavía puede sentir y valorar lo pequeño. Por eso el "vago", la "vaga", puede mirar abajo, (a veces arriba en séptimo) y ver a esa persona que está ahí, y que va a la escuela buscando que alguien la registre y la invite a sentarse bajo el árbol del conocimiento y comer de la manzana que no tiene veneno ni condenación, sino el sabor dulce del aprendizaje que lo robustece contra la ignorancia.
¡Qué lástima que no haya más maestras/os vagas/os en las escuelas!
Los docentes disfrutarían más, los chicos aprehenderían más.