Nos atacaron de noche y con todaporas de virus.
Fue la Metropolitana virtual.
Logré huir pero perdí el poncho.
Por ahora me mudo al refugio del arte.
Nos encontraremos en un libro o en alguna contada.
No me declaro en derrota, solamente cambio de escenario para defender el derecho a ser yo mismo, a ser nosotros mismos.
El blog entra en receso, la esperanza no.