“… educar tiene
relación con resolver de algún modo la violencia… Educar no es suprimir la
violencia sino enseñar a hacer algo con ella.
Todo ser humano es
portador de violencia… Limitarse a esconder esa violencia debajo de la alfombra no parece
ser lo más atinado… esta capacidad de violencia puede convertirse en recurso
muy valioso para el crecimiento humano. Hay una violencia destructiva: someter
al otro, destruir y hacer daño por placer… hay otra violencia que está
íntimamente ligada a la vida, por ejemplo la violencia que pone límite al daño.
Pensar que los comportamientos destructivos
propios o ajenos se van a limitar solamente por persuasión es volver el rostro
a la realidad. Hay un momento para argumentar y hay otro momento para imponer
la fuerza de un NO sin discusión. Este puede ser incomprendido, rechazado,
amenazado, puede despertar ira, llantos o generar rupturas. Pero en
determinadas situaciones, este saber decir no, es igual a preservar la vida.”
DE ÉTICA PARA LOS
QUE NO SON HÉROES de Fernando Onetto.
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