Pintando las trincheras.

"Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedra". José Martí

sábado, 16 de junio de 2012

Round cuatro: El Rey Que Grita


El  Rey Que Grita pegó su primer alarido a las 22 horas. Y gran parte de los argentinos se rindió a sus pies.
A las 23.08 el Rey Que Grita tuvo un pico de presión mediática de 43,8
Al retirarse, el Rey Que Grita acusó una fiebre  raitinera de 38,3 y sus súbditos televidentes se fueron a dormir con la felicidad que su Rey, por fin, había regresado.
Las trincheras salieron a reportear a los adoradores del Rey Que Grita y encontraron una declaración reveladora: “Que querés, laburo todo el día en esa oficina de mierda, voy y vengo al centro apretado como una sardina en ese subte de mierda. Cuando llego solo quiero morfar, tomar un buen vino y tirarme en el sillón a ver buenos culos y buenas tetas. Las de mi mujer ya las conozco bastante.”
Otra: “Ustedes los que van de progresistas bien que no pueden resistirse y se pasan de su cultural Encuentro  al 13 cuando se arma el quilombo con  el jurado y después dicen que no ven vulgaridades. Los conozco bien.”
Las trincheras no tienen nada contra el Rey Que Grita. Es el número  uno.  Un genio empresarial. El dueño del éxito. El primero en facturación.
Pero en las trincheras no nos gustan que nos griten. Porque el grito tapa el contenido. Y a veces, el grito esconde que no hay contenido. Porque si uno no se deja encandilar con  todas esas luces del fabuloso estudio donde reina el Rey Que Grita, ni no se deja aturdir con ese ruido sin pausas, si uno deja de babearse con el centenar de bailarinas a cuarto vestir, si uno no se deja engañar por la seguidilla  de peleas fingidas, necedades y obviedades, podrá ver, como en el maravilloso cuento de “los vestido nuevos del gran duque”, que el Rey Que Grita está Desnudo.  Su Reino está Vacío. Y lo que tiene para ofrecer es Nada. Lo que nos llama la atención en las trincheras es que a tanta gente le guste comprar eso, Nada. Y que espere ansiosamente la hora de entrar a un Reino Vacío para arrodillarse ante un Rey Desnudo .  ¿Es extraño? ¿O no?  

No hay comentarios:

Publicar un comentario