Pintando las trincheras.

"Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedra". José Martí

viernes, 14 de septiembre de 2012

Noveno round :¿Por quién doblan las cacerolas?




El  13 S producido ayer en la Ciudad de Buenos Aires y algunas provincias no debe ser tomado a la ligera.
No hubo ningún partido político que convocó porque no hay partido de la oposición que pueda tener semejante nivel de convocatoria.
Fue “la gente”,  nada más ni nada menos que “la gente”.
No hubo “pueblo”, nada más ni nada menos no hubo “pueblo”.
Fueron a ejercer el legítimo derecho a protestar. Cortando calles. Cantando el Himno. Llevando pancartas. Como corresponde en una verdadera manifestación. (Aunque muchos de ellos no lo toleren si lo hacen otros)
Y pudieron hacerlo sin que nadie se lo impidiese. Como corresponde en una  verdadera democracia. (Aunque muchos de ellos se sienten más cómodos en dictadura.)
Pero hubo algo que no puede dejarse pasar así nomás: El odio de esa "gente" es peligroso. 
Hubo frases que contradicen lo que piden:
" Andate con Nèstor."
"Mi mucama los votó porque le dieron un terreno"
 "Soy un golpista de la democracia"
 "Quiero irme a Punta del Este y necesito dólares"
 "Acá no hay negros kichneristas". 
"Andate puta" 
Esta "gente" es peligrosa. Les vi el mismo odio que tenían en los ojos los golpistas del 76.

¿Por quién doblan las cacerolas?
Por los intereses individuales de esa “gente”. Ayer eran un montón de “yo”. No había “nosotros” en la plaza.
Son en definitiva los dos proyectos que se han enfrentado siempre en nuestro país:
El individualista  y el colectivo.
No puede suceder  lo que dijo ayer Tinelli: “No nos obliguen a estar en uno de los dos lados.”
Hay que elegir.
O cuido mi quintita y voy a respirar al Planetario cerrando los ojos y quedándome  solo entre cientos de personas.
O me subo al colectivo imperfecto de un proyecto nacional en que la prioridad es el bien común.
Yo prefiero estar del lado  donde las cacerolas de los que menos tienen se usan para cocinar, no para golpear.  Y dentro de ese proyecto, me reservo el derecho a criticar y querer cambiar todo lo que no me guste de él.  
Pero ojo, la mayoría de la "gente" que fue a la plaza de mayo ayer es peligrosa. Mete miedo. Porque odia todo lo que tenga olor a pueblo.                                                  

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