Pintando las trincheras.

"Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedra". José Martí

sábado, 4 de agosto de 2012

Sexto Round: Yo me comí un Lanata

Yo me comí un Lanata.
Yo lo leía, lo escuchaba, lo miraba por la tele.
No le prestè atención al hecho de que casi todos los que trabajaban con él terminaban en malos tèrminos.
Lanata era el número uno para mí. Me tragué que siempre era el perseguido, al que le interferían la transmisión, al que lo censuraban.
 No le prestè atención cuando creó el diario crítica, le fue mal y dejó a todos los trabajadores en banda.
Yo lo escuchaba y me admiraba con su labia incomparable, su agudeza para preguntar, su valentía por estar en la vereda de enfrente del poder político.
Yo me fasciné cuando hizo aquel gráfico maravilloso donde mostraba como el grupo Clarín era un pulpo que dominaba el setenta y cinco por ciento de los medios de comunicación.
No le prestè atención cuando ninguneaba a sus compañeros de programa estando al aire, los interrumpía y quedaba siempre como el más grande, el mejor. Porque para mí lo era.
Yo me comí un Lanata.
Y ahora no lo voy a criticar porque se puso en contra del gobierno al cual yo adhiero.
No lo voy a criticar porque se pasó al bando que él siempre denunció.
No lo voy a criticar porque dijo que está podrido de que se hable de derechos humanos cuando en otra época hizo de ese tema una bandera
Lo quiero noquear en este sexto round por la bajeza que tuvo al armar las operación contra Victor Hugo. Porque ahí Lanata se sacó la careta. Es simplemente un ególatra que tiene que estar en el centro de la atención y en lo más alto del podio. Y se muere de envidia porque para muchos Victor Hugo está en un lugar de privilegio. Y lo atacó con una mentira vil. Querer hacer ver a un Victor Hugo afín a la dictadura militar uruguaya cuando el relator del "barrilete cósmico" se tuvo que ir de Uruguay y cruzar el charco porque no tenía quien le diera trabajo por estar en contra de la dictadura.
Yo me comí un Lanata. Y me cayó pesado. Por suerte en estos días lo pude vomitar. Y me siento más aliviado.

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